miércoles, 5 de junio de 2013

AGRADECIMIENTOS


ALVARO GRIJALBA GOMEZ, DORIS VILLANUEVA DE GRIJALBA, PABLO ANDRES GRIJALBA VILLANUEVA Y LA FAMILIA VILLANUEVA CALDERON, agradecen las múltiples manifestaciones de condolencia, solidaridad y afecto recibidas con motivo del fallecimiento de sus seres queridos: CLARITA VILLANUEVA DE GONZÁLEZ, GABRIEL GONZÁLEZ BARRAZA, CRISTINE YELLOW DE VILLANUEVA, CAROLINE VILLANUEVA YELLOW Y JULIA VILLANUEVA YELLOW, e invitan a una Solemne EUCARISTÍA por su eterna paz, HOY JUEVES 6 DE JUNIO A LAS 5 P.M. en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.


¡Un adios con el alma!

Por: Álvaro Grijalba Gómez

La sociedad de Santa Marta toda está cubierta de luto, y la payanesa la acompaña solidariamente en estos momentos de infinita tristeza, pues lazos familiares entrañables unen a la de aquí con la allá.
El pasado 23 de mayo en un indescifrable accidente de tránsito, entre Cartagena y Barranquilla, fallecieron cinco miembros de nuestra querida familia Villanueva.
Gabriel González Barraza, Clara Villanueva de González, Cristine de Villanueva, Caroline Villanueva y Juliet Villanueva, se fueron para siempre entre el dolor de la tragedia que hoy nos tiene a todos confundidos y conmueve lo más profundo de nuestros sentimientos.
El absurdo del destino hace que seres tan buenos, como los nuestros, que pusieron su existencia con cariño y entrega al servicio de los demás, nos abandonen abruptamente y sin explicación lógica alguna.
Solo la fe en Dios ese ser Supremo que todo lo puede, nos ha permitido soportar con el mayor de los estoicismos estos dolores del alma, sobrellevar y tolerar estas penas del corazón, como pruebas de nuestra templanza.
Pero aquí estamos y estaremos hasta que El lo quiera y nos lo permita, pues solo el Todopoderoso, es quién define nuestra permanencia en este mundo terrenal o cuando nos lleva a hacer parte de su corte celestial.
Seres maravillosos que llenaron de alegría sus vidas y sus familias, que fueron testimonio de amor conyugal y paternal, que contribuyeron con sus actos a formar una sociedad de bien, trasmitiendo sus valores y principios.
Gabriel González Barraza, a quien cariñosamente llamábamos “Gabito”, fue un excelente hijo, amigo y ciudadano, esposo y padre amantísimo, destacado profesional del Derecho, de amenos diálogos y chispeantes charlas, alegre y jovial, de inolvidables bohemias de acordeones y vallenatos. 
Vivió en función de su familia levantando con firmeza y mucho amor el bello hogar que formaba con su esposa Clarita y sus tres hijos, Gabriel Andrés, María Clara y Silvana.
Clarita Villanueva Calderón de González, además de ser una bella mujer cargada de simpatías y amistades, fue sin igual hija, hermana, esposa y madre, de excepcional carisma, que le granjearon el afecto y la admiración social.
Fue una dama de sonrisas, alegrías, mimos y ternuras, que ilustró la gastronomía caribeña, cubriendo mesas y manteles con delicados y exquisitos manjares de alucinante creación culinaria.
Siempre la acompañaron la fe en el Creador y la Virgen Milagrosa.
El buen gusto por las cosas lindas de la vida adornó su personalidad y le ayudó a construir ese hermoso hogar que hoy queda huérfano de esos amores, afectos, cariños y ternezas de tan extraordinaria madre.
Clarita mi cuñada del alma, amó profundamente a Doris, su única hermana y mi adorada esposa, con la que siempre vivió unida en los afectos de la hermandad, la comprensión y el cariño mutuos.
Raúl Villanueva Calderón, brillante médico infectólogo, el único sobreviviente de la terrible tragedia, perdió a su esposa Cristine y a sus dos pequeñas hijitas Caroline y Juliet, ciudadanas estadounidenses. Dolor infinito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario