AGRADECIMIENTOS
ALVARO GRIJALBA GOMEZ, DORIS VILLANUEVA DE GRIJALBA,
PABLO ANDRES GRIJALBA VILLANUEVA Y LA FAMILIA VILLANUEVA CALDERON, agradecen
las múltiples manifestaciones de condolencia, solidaridad y afecto recibidas
con motivo del fallecimiento de sus seres queridos: CLARITA VILLANUEVA DE
GONZÁLEZ, GABRIEL GONZÁLEZ BARRAZA, CRISTINE YELLOW DE VILLANUEVA, CAROLINE
VILLANUEVA YELLOW Y JULIA VILLANUEVA YELLOW, e invitan a una Solemne EUCARISTÍA
por su eterna paz, HOY JUEVES 6 DE JUNIO A LAS 5 P.M. en la Catedral Basílica
de Nuestra Señora de la Asunción.
¡Un adios con el alma!
Por: Álvaro Grijalba Gómez
La sociedad de Santa Marta
toda está cubierta de luto, y la payanesa la acompaña solidariamente en estos
momentos de infinita tristeza, pues lazos familiares entrañables unen a la de
aquí con la allá.
El pasado 23 de mayo en un
indescifrable accidente de tránsito, entre Cartagena y Barranquilla,
fallecieron cinco miembros de nuestra querida familia Villanueva.
Gabriel González Barraza,
Clara Villanueva de González, Cristine de Villanueva, Caroline Villanueva y
Juliet Villanueva, se fueron para siempre entre el dolor de la tragedia que hoy
nos tiene a todos confundidos y conmueve lo más profundo de nuestros
sentimientos.
El absurdo del destino hace
que seres tan buenos, como los nuestros, que pusieron su existencia con cariño
y entrega al servicio de los demás, nos abandonen abruptamente y sin
explicación lógica alguna.
Solo la fe en Dios ese ser
Supremo que todo lo puede, nos ha permitido soportar con el mayor de los
estoicismos estos dolores del alma, sobrellevar y tolerar estas penas del
corazón, como pruebas de nuestra templanza.
Pero aquí estamos y estaremos
hasta que El lo quiera y nos lo permita, pues solo el Todopoderoso, es quién
define nuestra permanencia en este mundo terrenal o cuando nos lleva a hacer
parte de su corte celestial.
Seres maravillosos que
llenaron de alegría sus vidas y sus familias, que fueron testimonio de amor
conyugal y paternal, que contribuyeron con sus actos a formar una sociedad de
bien, trasmitiendo sus valores y principios.
Gabriel González Barraza, a
quien cariñosamente llamábamos “Gabito”, fue un excelente hijo, amigo y
ciudadano, esposo y padre amantísimo, destacado profesional del Derecho, de
amenos diálogos y chispeantes charlas, alegre y jovial, de inolvidables
bohemias de acordeones y vallenatos.
Vivió en función de su familia
levantando con firmeza y mucho amor el bello hogar que formaba con su esposa
Clarita y sus tres hijos, Gabriel Andrés, María Clara y Silvana.
Clarita Villanueva Calderón de
González, además de ser una bella mujer cargada de simpatías y amistades, fue
sin igual hija, hermana, esposa y madre, de excepcional carisma, que le
granjearon el afecto y la admiración social.
Fue una dama de sonrisas,
alegrías, mimos y ternuras, que ilustró la gastronomía caribeña, cubriendo
mesas y manteles con delicados y exquisitos manjares de alucinante creación
culinaria.
Siempre la acompañaron la fe
en el Creador y la Virgen Milagrosa.
El buen gusto por las cosas
lindas de la vida adornó su personalidad y le ayudó a construir ese hermoso
hogar que hoy queda huérfano de esos amores, afectos, cariños y ternezas de tan
extraordinaria madre.
Clarita mi cuñada del alma,
amó profundamente a Doris, su única hermana y mi adorada esposa, con la que
siempre vivió unida en los afectos de la hermandad, la comprensión y el cariño
mutuos.
Raúl Villanueva Calderón,
brillante médico infectólogo, el único sobreviviente de la terrible tragedia,
perdió a su esposa Cristine y a sus dos pequeñas hijitas Caroline y Juliet,
ciudadanas estadounidenses. Dolor infinito.
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